Vivienda 3D fue mi primer proyecto personal que pude acabar y poner en producción. Durante el año 2007, y tras la salida de Inove como socio fundador, me sentía con ganas de intentar algo que pusiera a prueba mis capacidades técnicas y que me permitiese aprender algo nuevo.
Por aquel año todavía había mucho movimiento en el mundo de la construcción y todo lo que se acercaba a ella olía a dinero, así que pensé en un proyecto que estuviese enfocado a este sector. Fue así como se me ocurrió Vivienda 3D, un visor de interiores interactivo.
Entonces era muy común entre los promotores la idea de ofrecer imágenes pre-renderizadas de sus viviendas sobre plano, tanto fotos como paseos virtuales en formato vídeo. Pensando cómo se podría mejorar eso se me ocurrió la idea de poder dotar a dichas presentaciones de cierta interactividad, y que el usuario pudiese andar por la vivienda como si se tratara de un videojuego. Además, esta visita debería ser accesible desde un navegador web para que los promotores pudiesen colgarla en sus páginas corporativas.
La idea me atraía mucho, ya que combinaba una oportunidad de negocio interesante (nadie ofrecía nada parecido) con un campo tecnológico que me atraía mucho: programación gráfica e interactiva, lo que se parecía mucho a programación de videojuegos.
Tecnologías
Una vez definida la idea, necesitaba una tecnología que fuese capaz de funcionar en entorno web y que permitiese entornos 3D. Por aquel entonces había dos alternativas: Flash y Shockwave (Director). Flash lo descarté, a pesar de ser el plugin para navegador web más extendido con diferencia. El problema era que no ofrecía soporte nativo para 3D, y aunque había alguna librería 3D open source, ofrecía una funcionalidad muy básica y además no permitía ningún tipo de aceleración gráfica vía hardware.
Así que decidí utilizar Shockwave, plugin que sí ofrecía un entorno completo de programación 3D así como soporte para aceleración gráfica. La gran desventaja respecto a Flash era que su nivel de implantación no era tan grande, pero al ofrecer un método de instalación bastante intuitivo me conformé.
Para hacer una película en Shockwave, hay que utilizar el software Adobe Director y programar en su propio lenguaje de programación llamado Lingo. La verdad es que tanto el software (yo utilicé la versión MX) como el lenguaje de programación dejaban bastante que desear. Aún así uno se hace a todo y con paciencia, que es la mejor de las ciencias, me puse con ello y poco a poco pude ir montando el visualizador de interiores interactivo.
Aparte de la programación del visualizador, también tuve que modelar un montón de moviliario así como automatizar la creación de interiores. Todo eso lo hice con 3d Studio Max ya que era el único software de modelado 3D que había tocado durante la carrera.
Tras casi un año de trabajo, pude terminar tanto la aplicación como la web promocional, donde se podía acceder tanto a un vídeo como a una demo del visualizador. Esta web la colgué en www.vivienda3d.com, aunque ya dejó de estar disponible.
Situación actual
Aunque sí tuve algunos encargos, el proyecto no despegó. No se si fue porque el concepto era demasiado innovador o porque coincidió con el declibe de la burbuja inmoviliaria. El caso es que, tras dos años online, a finales de 2009 decidí apagar la web, dejando de estar accesible el dominio principal. Aún así, he vuelto a colgar la web en http://vivienda3d.alfonsomarin.com por si alguien tiene curiosidad de ver en qué consistía el proyecto.
Sigo pensando que la idea no era mala, y sigo pensando que en un futuro existirán este tipo de visualizadores. Es muy probable que no se utilicen las tecnologías que yo utilicé, pues ahora con HTML5 y su canvas, junto con algunas librerías 3D en javascript que están empezando a surgir, se pueden conseguir cosas interesantes. Además, a día de hoy le daría mucha más importancia a la visualización a través de móviles y tablets, ya fuese via web o por aplicaciones específicas para cada plataforma.
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